29/6/07

Capitulación

Anoche, unos abriles granas capitularon
ante mis mayos desarmados de juventud;
los marfiles histéricos de su beso me hallaron
muerto; y en un suspiro de amor los enjaulé.

Espiga extraña, dócil. Sus ojos me asediaron
una tarde amaranto que dije un canto a sus
cantos; y anoche, en medio de los brindis, (me hablaron
las dos lenguas de sus senos abrasadas de sed).

Pobre trigueña aquella; pobre sus armas; (pobres
sus velas cremas que iban al tope en las salobres
espumas de un mar muerto. Vencedora y vencida).
se quedó pensativa y ojerosa y granate.

Yo me partí de aurora. Y desde aquel combate,
de noche entran dos sierpes esclavas a mi vida.

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